Barcelona como partida o llegada en crucero

Además de ser la ciudad más visitada de España, y una de las que más turistas extranjeros recibe en todo el mundo, Barcelona es un importante puerto de destino para varios cruceros , sobretodo los que navegan por el mediterráneo. Sin embargo, es una ciudad con una infinidad de atracciones turísticas que conocer, y cuando se está de paso en un crucero, normalmente las escalas son de un solo día o a veces de unas pocas horas, lo que le impide al viajero descubrir todo lo que la Ciudad Condal tiene a ofrecer. Por esto, muchas personas deciden empezar o terminar sus cruceros en Barcelona, y así poder pasar más tiempo en la ciudad y conocerla mejor.

Montjuich desde el Port – Barcelona, by marimbajlamesa, on Flickr
El puerto para cruceros en Barcelona está en una excelente ubicación, junto al Passeig de Colom y la Ronda Litoral, por lo que podemos ir caminando a los principales puntos turísticos de la zona, como el Maremagnum (en el mismo puerto), Las Ramblas que se encuentran a escasos metros, El Barrio Gótico o la Plaza Cataluña. No todas las ciudades que reciben cruceros ofrecen esta misma ventaja, y en algunas como Atenas o Venecia el visitante tiene que coger algún medio de transporte como autobuses, metro o barcos para llegar a otras partes de la ciudad. Algunas empresas ofrecen ese traslado gratuitamente, otras lo ponen a nuestra disposición mediante algún cobro extra. Esto hace que en una visita rápida a Barcelona podamos conocer algunas cosas, pero la ciudad tiene muchos otros atractivos que un visitante de crucero a veces no tiene tiempo de disfrutar.

 

De modo que si tienes especial interés en conocer Barcelona, es recomendable elegirla como puerto de salida o llegada de los cruceros, y así poder visitar los otros monumentos. La ciudad cuenta con un excelente aeropuerto internacional (El Prat), que está a solo 15 minutos del centro de la ciudad, además de conexiones en autobús y tren con otras ciudades españolas y europeas, incluyendo el AVE que le une a Madrid en tan solo 2 horas y media. Además, oferta de alojamientos inmejorable, con opciones para todos los gustos y bolsillos. Entre todos los hoteles de Barcelona, conviene elegir uno que esté más o menos céntrico para facilitar el desplazamiento a otras zonas de la ciudad y el acceso al puerto. Una buena opción es el céntrico Tryp Apolo, localizado a tan solo 5 minutos del puerto de Barcelona y al lado del metro de Paral-lel. Desde ahí se puede visitar cómodamente toda la ciudad, y además llegar fácilmente y sin retrasos a la salida del crucero.

 

Alojándose en Barcelona antes o después de del crucero, podrás conocer a atracciones imprescindibles de la capital catalana como el Park Güell, la Sagrada Família, o cualquiera de sus varios museos. Es recomendable pasar por lo menos tres días en la ciudad para una visita completa. Además, podrás disfrutar del ambiente cosmopolita de la ciudad, probar diferentes restaurantes típicos y ver un poco de su agitada vida nocturna. Definitivamente, Barcelona es un excelente destino de cruceros, pero hace falta tiempo para verla como se merece y llevarse de allí los mejores recuerdos posibles.