Ibiza desde el mar

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Muchos son los que van a Ibiza por su ambiente nocturno, fiestas y desenfreno. Es un referente turístico a nivel mundial debido a su alta actividad nocturna y su gran variedad de discotecas y selectos clubs que atraen a turistas de todas las partes del mundo.

Desde el Puerto de Ibiza, lugar más habitual para cenar y empezar la noche, pasando por la Playa d’en Bossa con su Bora Bora y terminando en San Antonio donde más que un barrio español parece un barrio inglés de “hooligan”, podemos recorrer la isla de discoteca en discoteca, de fiesta en fiesta.

Pero no todo el mundo viaja a Ibiza por sus fiestas o por su actividad nocturna. Otros muchos vamos allí por sus playas y calas y por vivir el ambiente ibicenco en el mismo mar.

Cada Julio, alquilamos un barco en Ibiza y pasamos allí los quince días más apasionantes y a la vez relajantes del año. Lo primero es reservar tu barco y te recomendamos hacerlo con suficiente antelación porque cuanto más cerca estés del verano más difícil será que puedas elegir el barco que desees. Existen diferentes empresas que ofrecen el servicio, pero por nuestra experiencia, una de las mejores opciones en Ibiza para alquilar un barco es aBoatTime, una empresa que siempre nos lo ha puesto muy fácil, reservando online, con una gran flota para elegir entre yates, veleros o catamaranes y con unos precios que hacen que te decantes por este tipo de turismo en lugar de otras opciones más tradicionales.

Una vez que tenemos reservado nuestro barco, planificamos la agenda para poder visitar casi todas sus playas y calas (http://www.ibiza.travel/es/playas.php), y aunque Ibiza es una isla pequeña, cuenta con más de 50 calas, así que tenemos que priorizar y elegir.

Siempre repetimos las que más nos gustan, como “la Cala Salada” con su arena dorada, aguas cristalinas y entorno verde apenas urbanizado; “la Cala Conta” de arenas finas y aguas color turquesa; “la Cala Vadella” con sus paredes rocosas que protegen a sus visitantes del viento y las olas; “la Cala de San Vicente” resguardada por montañas cubiertas de pinos y de extensa playa de aguas transparentes; y “la Cala Gracioneta” muy pequeña y con sus aguas muy calmadas, ideal para los días más revueltos en los que no puedas bañarte en otras calas más abiertas…

Estas cinco calas son las indispensables cada año y las primeras en visitar en cuanto cogemos el barco. La segunda semana ya la dedicamos a recorrer calitas nuevas, zonas que aún no hemos explorado. El año pasado esa segunda semana alquilamos un velero pequeñito y nos fuimos a la aventura, sin marcarnos un rumbo fijo. Pasamos por “Cala Bassa”, “Sa Caleta”, la “Cala Llonga”, disfrutamos de las aguas de “la Cala Llenya”, y nos bañamos solitos en “la Cala Codolar”.

Cada año es una aventura diferente y aunque siempre queremos repetir sitios de encanto, no hay temporada que no hayamos conocido playas y lugares nuevos. No podríamos hacerlo, eso sí, sin nuestro barco o velero de alquiler, ya que es lo que nos permite tener esta movilidad constante y poder visitar cada día un maravilloso lugar de ensueño diferente.

Os recomiendo el viaje a Ibiza en barco porque es una experiencia diferente, que no olvidaréis y que seguro querréis repetir.